¿Dónde y cuándo nació ?
Nací el 26 de junio de 1910 en New Carlisle, Ohio, Estados Unidos.
¿Cómo era la época en la que naciste y creciste?
Nací en 1910, en una época de muchos cambios. Mi infancia estuvo marcada por los avances tecnológicos y científicos, pero también por tiempos difíciles, como la Gran Depresión que afectó a muchas familias en Estados Unidos.
¿Cuál consideras que fue tu mayor aporte a la ciencia?
Sin duda, mi mayor aporte fue el descubrimiento del teflón (PTFE). Aunque fue un hallazgo accidental, su impacto en la industria y en la vida cotidiana fue enorme.
¿Cómo era la cultura en Estados Unidos durante tu vida?
Viví en una época en la que la cultura estadounidense valoraba el trabajo duro, la innovación y el progreso. La ciencia y la industria crecían rápidamente, y la gente confiaba en que la tecnología traería un futuro mejor.
¿Qué estaba ocurriendo en México cuando naciste en 1910?
Cuando nací, en 1910, México estaba viviendo un momento histórico muy importante: la Revolución Mexicana. Era una lucha por la justicia social y por mejorar las condiciones del pueblo.
Estudié en la Universidad de Manchester, donde obtuve mi licenciatura, y luego hice mi doctorado en química en la Universidad Estatal de Ohio.
¿Cómo era la sociedad estadounidense cuando eras joven?
La sociedad era muy trabajadora y tradicional. La gente valoraba el esfuerzo, la educación y la disciplina. Muchos, como yo, veníamos de familias humildes que soñaban con un futuro mejor a través del estudio y el trabajo.
¿Imaginabas que tu descubrimiento tendría tanto impacto en el mundo?
No, al principio no tenía idea de lo importante que sería. Nunca pensé que una sustancia descubierta por casualidad llegaría a usarse en sartenes, trajes espaciales, medicinas y tecnología moderna.
¿Qué costumbres o valores marcaron tu forma de ser?
Crecí con valores como la honestidad, la humildad y la dedicación. En mi familia se enseñaba que el conocimiento y el esfuerzo eran el camino para salir adelante.
¿Qué cambios vivió México durante tu juventud?
Durante mi juventud, México comenzó a reconstruirse después de la Revolución. Se formaron nuevas instituciones, se impulsó la educación y se fortaleció la identidad nacional. Era un país que buscaba estabilidad y progreso.
¿Estaba casado o tenía familia?
Sí, estuve casado y tuve dos hijos. Siempre procuré mantener mi vida familiar en privado.
¿Qué papel tenía la ciencia en tu tiempo?
La ciencia estaba empezando a vivir una época dorada. Había mucho entusiasmo por los descubrimientos y los inventos que podían mejorar la vida cotidiana. Yo sentía que ser científico era una forma de contribuir al progreso del mundo.
¿Cómo te sentiste al ver cómo tu descubrimiento cambió tantas cosas?
Me sentí orgulloso y sorprendido. Es una gran satisfacción saber que algo que descubrí ayudó a mejorar la vida de tantas personas y permitió avances en muchos campos.
¿Qué papel tenía la educación en la cultura de tu tiempo?
La educación era un privilegio y una gran oportunidad. Muchos jóvenes queríamos estudiar para ayudar a nuestras familias y contribuir al país. Yo siempre consideré la educación como la base de todo progreso.
¿Qué recuerdas de México durante las décadas de 1940 y 1950?
En esos años, México vivía un gran crecimiento económico y cultural. Se desarrollaba la industria, se modernizaban las ciudades y surgía el famoso “milagro mexicano”, una época de prosperidad y orgullo nacional.
¿Qué tipo de persona era fuera del trabajo?
Me considero una persona tranquila, curiosa y trabajadora. Siempre tuve una gran pasión por la ciencia, pero también disfrutaba de la sencillez y la vida en familia.
¿Cómo influía la cultura en tu forma de pensar y trabajar?
Crecí en una cultura que valoraba la honestidad, la perseverancia y la innovación. Eso me motivó a trabajar duro y a no rendirme, incluso cuando las cosas no salían como esperaba.
¿Qué crees que representa tu trabajo para las nuevas generaciones de científicos?
Creo que mi historia demuestra que la curiosidad y la observación pueden llevar a grandes descubrimientos, incluso cuando uno no los está buscando. Les diría a los jóvenes que nunca dejen de experimentar ni de hacer preguntas.
¿Qué tipo de vida cultural había mientras trabajabas como científico?
Era un tiempo de gran curiosidad y optimismo. Se hablaba de los avances científicos, de nuevos inventos y del futuro. Había un ambiente de confianza en la ciencia, y eso motivaba a muchos a dedicarse a la investigación.
¿Cómo veías la relación entre Estados Unidos y México en tu tiempo?
A lo largo de mi vida, las relaciones entre Estados Unidos y México fueron estrechas y complejas. Había cooperación en temas económicos y científicos, aunque también diferencias políticas. Siempre admiré la riqueza cultural del pueblo mexicano.
¿Cuándo y dónde falleciste?
Fallecí el 12 de mayo de 1994, en Texas, Estados Unidos, a los 83 años.
Siempre me sentí fascinado por los avances de mi época. Ver cómo la tecnología transformaba la industria, la medicina y la vida diaria me hizo creer aún más en el poder de la ciencia para mejorar la sociedad.
¿Cuál dirías que es tu legado más importante?
Mi legado es haber mostrado que la ciencia puede cambiar el mundo, a veces de formas que uno ni imagina. El teflón no solo fue un avance tecnológico, sino también una prueba del poder de la creatividad y la perseverancia humana.
¿Quieres que te haga ahora otra parte igual, pero sobre su carrera científica y
¿Qué opinas sobre la relación entre la cultura y la ciencia?
Creo que la cultura influye mucho en la ciencia. Una sociedad que valora el conocimiento, la creatividad y la colaboración logra más descubrimientos. En mi caso, crecí en una cultura que impulsaba a innovar, y eso me ayudó a alcanzar mis metas.
¿Qué opinas del desarrollo cultural y científico de México mientras vivías?
Me impresionaba ver cómo México avanzaba en la educación, la ciencia y el arte. Grandes artistas, escritores y científicos mexicanos empezaban a ser reconocidos en el mundo. Era un país con una identidad muy fuerte y con un gran amor por el conocimiento.