Mito #1: Socavará mi motivación
La autocompasión es un motivador más eficaz que la autocrítica severa. No buscamos lograr cosas para evitar juzgarnos, sino porque nos importamos a nosotros mismos. Esta mentalidad de apoyo nos permite aprender mejor de nuestros errores y fracasos.
Mito #2: Significa dejarme escapar de mis responsabilidades.
Cuando practicamos la autocompasión después de hacer algo de lo que nos arrepentimos, generamos el sentido de seguridad necesario para reconocer lo que hemos hecho.
Mito #3: Es solo sentir lástima por mí mismo.
Mito #4: Autocompasión es ser autoindulgente
La autoindulgencia implica otorgarse placer a corto plazo a costa de un daño a largo plazo. Cuando nos preocupamos por nosotros mismos, estamos dispuestos a soportar incomodidad por nuestro bienestar. Las investigaciones muestran que las personas auto-compasivas son más propensas a hacer ejercicio, comer bien, hacerse chequeos médicos regulares y, en general, participar en comportamientos que promuevan la salud.
Mito #5: Es lo mismo que la autoestima
Normalmente, para tener una alta autoestima necesitamos sentirnos especiales y por encima del promedio. Tenemos autoestima cuando tenemos éxito, pero no cuando fracasamos. Con la auto-compasión no necesitamos ser perfectos o mejores que los demás para sentirnos bien con nosotros mismos, solo necesitamos ser seres humanos imperfectos como todos los demás.
Mito #6: Es ser egoísta
La compasión no es un juego de suma cero. Cuanta más compasión fluye hacia adentro, más recursos tenemos disponibles para estar allí para los demás. Las investigaciones muestran que las personas con auto-compasión son más generosas y solidarias con los demás en las relaciones y son más capaces de cuidar a los demás sin agotarse o quemarse.
Mito #7: Me hará blando o débil